El
colegio San Agustín acogió el pasado fin de semana la primera fase del Torneo
de Béisbol Escolar del Gobiero de Cantabria.
Hacía tiempo que el béisbol
reclamaba convertirse en un deporte escolar. Y después del trabajo continuado
de la Federación cántabra, con talleres y cursos por muchos colegios de la
región, ha logrado ocupar el lugar que merece. El colegio San Agustín acogió el
pasado fin de semana la primera fase del Torneo de Béisbol Escolar del Gobierno
de Cantabria, organizado por la Federación Cántabra de Béisbol y Sófbol.
Participaron equipos de varios
colegios, entre los que se encontraba el colegio Marquesa de Viluma, de San
Pantaleón de Aras; el Mateo Escagedo, de Cacicedo; el Nuestra Señora de Latas,
de esa localidad y el Ramón Pelayo, Jardín de África y San Agustín, todos de
Santander. «Cada equipo jugó cinco partidos en los cuatro campos que se
dispusieron para la ocasión en las pistas deportivas del colegio junto a El
Sardinero. En total, todos jugaron unos 20 partidos en la mañana del sábado»,
valoran desde la Federación. «Los partidos fueron cortos, de unos 55 minutos,
pero intensos y los jugadores se aplicaron para poner en práctica todo lo que
habían entrenado y practicado en sus colegios», recalcan desde el organismo.
En realidad hay mucho trabajo
previo. Durante los meses pasados se han visitado diez centros de toda la
región y han pasado por los talleres más de 930 niños de tercero y cuarto de
Primaria. «Hemos procurado siempre promocionar y dar a conocer el deporte y
animar a los centros a participar en el torneo escolar», recalca Larry Elizálde
desde la Federación.
Para la competición del sábado se
prepararon una serie de normas para adaptar este deporte a la edad
correspondiente: se aumentó el número de jugadores a 10; se redujo la distancia
entre bases y en conjunto el tamaño del campo; se permitió que todos los
jugadores batearan en cada entrada; se simplificaron las formas de eliminar a
los corredores; se suprimieron los robos de bases; se dibujó una línea de
seguridad a 10 metros del batting-tee y el bateador, y los árbitros se
preocuparon de no penalizar en exceso los errores de los defensores.
Los niños batearon con un soporte
especial (batting-tee) y para evitar cualquier golpe se utilizaron bates y
bolas de material blando (espuma). Además, el buen tiempo acompañó también la
jornada, que ayudó a celebrar una cita que llevaba tiempo esperando precisamente
por culpa de la meteorología adversa que había acompañado en semanas
anteriores.
Un día divertido
«La idea era ayudar a la fluidez
del juego en un contexto donde hay que entender que son niños que están
aprendiendo», recalcaron desde la Federación. «Gracias a todo ello se vieron
partidos emocionantes, marcadores con muchas o pocas carreras, tanteos
apretados, empatados incluso –un resultado no posible en béisbol convencional,
pero que permitimos en esta competición–. Jugadas de mérito y jugadas emocionantes
aplaudidas por todos», explican desde la Federación. «Y por encima de todo, hay
que destacar el buen ambiente y deportividad que exhibieron los jugadores,
profesores y padres».
Lo importante este día no era la
clasificación; no importaba tanto ganar o perder como probar un deporte
diferente y pasar un buen rato con los compañeros de colegio. La segunda y
última fase de este Torneo Escolar se jugará el sábado 13 de junio en el
complejo deportivo Municipal de La Albericia. «Si las instalaciones disponibles
lo permiten, tal vez acojamos en junio a un número de niños y niñas no menor de
150. En algunos colegios no pudieron participar todos los alumnos interesados y
sabemos al menos de un centro educativo de la región que está interesado en
sumarse a la competición en junio», aclaran.
Noticia de "El diario montañes".